La adoración es mucho más que sólo cantar canciones. La adoración es una condición del corazón y es un estado mental. Incluso podemos adorar a Dios apasionadamente sin cantar una sola nota.
Nuestra adoración por Dios nace en nuestros corazones, llena nuestros pensamientos, y se expresa a través de las palabras que hablamos y la forma en que vivimos.
El mundo a menudo piensa en la adoración como «religión», lo cual no podría estar más lejos del concepto bíblico de adoración. Más bien se trata de una relación personal, de intimidad espiritual y de expresiones de devoción por parte de personas que aman a Dios con todo su corazón. Esta es la verdadera adoración.
La Biblia dice que Dios busca a quienes lo adoran «en espíritu y en verdad». Dios no quiere sólo que alguien lo adore. Él quiere personas genuinas que vivan sinceramente en Su Verdad. Él no quiere ser adorado por miedo o por obligación o por religión.
La verdadera adoración es el resultado de la intimidad con Dios. ¡Adora a Dios hoy con todo tu corazón, y sé un adorador en espíritu y en verdad!