Orar no es repetir fórmulas, decir palabras o cumplir con una obligación; es, ante todo, abrirnos en amor a Aquél que nos ama y nos cuida como sus hijos queridos. Orar es un íntimo, profundo y personal diálogo de amor con Dios que nos ama y que nos llama a la amistad con él.
La oración tiene tres momentos fundamentales: alabar a Dios, pedir y agradecer.
La oración de alabanza es la oración del enamorado, que se deshace en halagos para su amado Dios. A veces nuestra oración y hasta nuestros cantos están todos apagados. La alabanza al Señor debe estar libre de toda perturbación que nos distraiga o nos mortifique, debemos estar plenamente enfocados en el ánimo de adorarle.
Las primeras comunidades se pasaban horas en adoración y alabanza. Dios escucha a su hijo que le dice, Abba, papito te alabo te bendigo. Para Él no importa la voz del cantante, ni su ritmo y mucho menos su fama, para él no importan los tonos, sino el amor. Deja que tu cuerpo se exprese, y dile a Dios que lo amas. Baila para él.
Llega el momento de pedir. éste nos cuesta menos, pues parece que nos acordamos de Dios, y hacemos oración solo cuando necesitamos algo. Tengo que acercarme con gran confianza sabiendo que Dios es “mi padre”.
Es muy importante hablarle no solo de necesidades materiales, sino sobre todo de las necesidades espirituales. Recuerda que él sabe tus necesidades, pero le gusta que le pidas.
¿Qué hay que pedir? Todo, y el te dará lo que realmente necesitas. A veces pedimos y no recibimos porque no sabemos pedir, porque no es lo necesario.
Algo que también debemos pedir, es el perdón. Necesitamos arrepentirnos de corazón para obtener el perdón de Dios, no pedir perdón como una fórmula, como una frase previamente elaborada, sino que nuestro arrepentimiento sea de corazón. Sólo así podremos gozar de la gracia de Dios.
Finalmente necesitamos aprender a agradecer: Agradecer por lo que ya nos dio, por lo que nos va a dar, e incluso por lo que no nos va a dar. No debemos ser mal agradecidos como los leprosos que se curaron y se olvidaron de quien les devolvió la salud.
