Monseñor Carlo Maria Polvani, Secretario del Dicasterio para la Cultura y la Educación, compara el impacto de la inteligencia artificial (IA) con la Revolución Industrial y destaca la necesidad de colocar al ser humano en el centro del progreso tecnológico.
En el AI Action Summit (Cumbre de Acción sobre Inteligencia Artificial) de París, expertos buscan definir la gobernanza global de la IA. La Iglesia, lejos de demonizar o idealizar la IA, enfatiza sus oportunidades pero también advierte sus riesgos, como su potencial en la medicina y la posibilidad de aumentar desigualdades si no se regula adecuadamente.
Polvani advierte que la IA podría alterar la antropología cristiana y nuestra relación con Dios, especialmente si se adopta una visión transhumanista que transforme la concepción del ser humano.
Subraya también la importancia de mantener el control sobre la tecnología, evitando que la IA decida de forma autónoma cuestiones morales o existenciales.
Desde una perspectiva de esperanza, la Iglesia ve en la Inteligencia Artificial una herramienta para democratizar el conocimiento y mejorar la educación, evitando su uso abusivo.
Además, la Santa Sede podría aprovechar la IA para mejorar su labor pastoral, especialmente en regiones aisladas, facilitando la difusión de la Palabra de Dios y la gestión de datos eclesiásticos.
Fuente: Vatican News.