El Proemio es la introducción que precede a la Instrucción General del Misal Romano. En él, la Iglesia expone las razones y fundamentos que sustentan la celebración de la Eucaristía, destacando su continuidad con la tradición apostólica y su adaptación a las necesidades actuales.
✝️ 1. Testimonio de fe inalterada
La Iglesia reafirma que la Misa es el mismo sacrificio de Cristo en la cruz, ahora celebrado de manera incruenta. Esta enseñanza, proclamada por el Concilio de Trento y reafirmada por el Concilio Vaticano II, destaca que la Eucaristía perpetúa el sacrificio de la cruz y es el memorial de la muerte y resurrección del Señor.
En la Misa, el sacerdote, actuando en nombre de Cristo, ofrece a Dios el sacrificio vivo y santo, y pide que el Cuerpo y la Sangre de Cristo sean salvación para el mundo entero. Esto muestra que la fe de la Iglesia se expresa en su oración y celebración litúrgica.
🕊️ 2. Manifestación de una tradición ininterrumpida
La celebración de la Eucaristía ha sido constante desde los tiempos apostólicos. Aunque se han introducido algunos cambios y adaptaciones a lo largo de la historia, la esencia de la Misa como sacrificio y banquete sagrado se ha mantenido. El nuevo Misal, promulgado tras el Concilio Vaticano II, es una manifestación de esta tradición viva que busca facilitar una participación más plena y consciente de los fieles.
🔄 3. Acomodación al nuevo estado de cosas
La Iglesia reconoce la necesidad de adaptar la celebración de la Misa a las circunstancias actuales, sin alterar su esencia. Esto incluye la posibilidad de celebrar la Misa en lengua vernácula y la incorporación de elementos que favorezcan la participación activa de los fieles. Sin embargo, se subraya que cualquier adaptación debe respetar las normas establecidas y ser aprobada por la autoridad competente.
🙏 Conclusión
El Proemio de la Instrucción General del Misal Romano nos invita a profundizar en el misterio de la Eucaristía, comprendiendo su importancia como centro de la vida cristiana. Nos recuerda que la Misa es el sacrificio de Cristo, perpetuado en la Iglesia, y que nuestra participación activa y consciente en ella es esencial para vivir plenamente nuestra fe.
Para quienes deseen profundizar en este tema, se recomienda consultar la Instrucción General del Misal Romano, disponible en el sitio oficial del Vaticano.
