Ciudad del Vaticano, 21 de abril de 2025.
Con inmenso dolor en el alma, la Iglesia universal recibió la noticia del fallecimiento del Papa Francisco. Esta mañana, a las 7:35 horas (hora de Roma), el cardenal Kevin Joseph Farrell, Camarlengo de la Santa Romana Iglesia, anunció su partida desde la Casa Santa Marta: “El Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre. Toda su vida estuvo dedicada al servicio del Señor y de Su Iglesia”.
La conmoción es profunda. Aunque el Santo Padre se encontraba en una etapa de recuperación lenta, tras diversas complicaciones de salud, su reciente aparición durante la bendición Urbi et Orbi, desde la logia central de la Basílica de San Pedro, había dado esperanza a millones de fieles en todo el mundo. Incluso ese mismo día recorrió la Plaza en papamóvil, en lo que hoy se reconoce como su último y conmovedor adiós a los fieles.
El anuncio fue hecho en un mensaje grabado desde la capilla de la Casa Santa Marta, donde se encontraban, junto al Camarlengo, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado; el arzobispo Edgar Peña Parra, sustituto de la Secretaría de Estado; y el maestro de ceremonias pontificias, monseñor Diego Ravelli. Con rostros serios, profundamente afectados, ofrecieron testimonio del momento solemne que vive la Iglesia.
El Papa Francisco —Jorge Mario Bergoglio— fue el primer pontífice latinoamericano y el primero de la Compañía de Jesús. Su sencillez, su cercanía al pueblo, su voz profética en defensa de los pobres y su firme llamado a una Iglesia misionera y misericordiosa han marcado a toda una generación.
Hoy, con el corazón lleno de gratitud y lágrimas en los ojos, encomendamos su alma al abrazo infinito de Dios.