En un encuentro con representantes de América Latina y el Caribe, el Papa León XIV recordó que el Jubileo de la Esperanza es una ocasión para volver a Dios, redescubrir las raíces de la fe y valorar a la familia como regalo y misión en medio de los desafíos actuales.
Ciudad del Vaticano. 19 de septiembre 2025.
El Papa León XIV recibió a representantes de la Iglesia en América Latina y el Caribe que participaron en un encuentro sobre el futuro de la vida y la familia. En sus palabras, el Santo Padre habló de tres temas unidos: el jubileo, la esperanza y la familia.
“El Jubileo de la Esperanza es un camino hacia el encuentro con esa Verdad que es Dios mismo”, recordó el Pontífice, invitando a releer la tradición bíblica como un llamado a regresar al centro de la vida: “volver a Dios, al Dios de Jesucristo”.
Así como el Jubileo en el Antiguo Testamento significaba regresar a la tierra y a la libertad, hoy —dijo el Papa— es ocasión para redescubrir nuestras raíces espirituales: la fe recibida de los padres, la oración sencilla de los abuelos, y la vida honesta de tantas familias que han sido fermento de comunidades vivas.
La sinodalidad vivida en familia
León XIV destacó que la familia misma es un espacio natural de sinodalidad: “vivir en familia es caminar juntos, discernir juntos y sostenernos unos a otros”.
Frente a las amenazas que hoy ponen en riesgo la dignidad de la familia —la pobreza, la falta de trabajo, la carencia de salud, los abusos, las migraciones forzadas y las guerras— el Papa subrayó la necesidad de que tanto la Iglesia como las instituciones públicas trabajen por promover el diálogo, proteger la vida familiar y garantizar la educación de sus miembros.
Al mismo tiempo, advirtió contra la tentación de reducir la vida a simples seguridades humanas, al “ir tirando” sin esperanza, como lo expresaba san Pier Giorgio Frassati.
En contraste, exhortó a mantener viva la confianza en Dios y a reconocer que la familia es, a la vez, un don y una tarea: “Es crucial fomentar la corresponsabilidad y el protagonismo de las familias en la vida social, política y cultural”.
Familia: don y misión para el futuro
El Santo Padre animó a los participantes a vivir la alegría del Evangelio en el seno de sus familias y comunidades. Recordó que san Agustín definía el júbilo cristiano como “un gozo que no se puede expresar con palabras y que pertenece a lo inefable”.
Esa alegría —insistió— es la que debe caracterizar a los discípulos de Jesús y llevarlos a proclamar su nombre por toda la tierra.
El Encuentro Jubilar y Sinodal para el discernimiento de la esperanza sobre el futuro de la vida y la familia concluyó este mismo día en Roma, tras reunir a representantes de diversas instituciones eclesiales de América Latina y el Caribe.
En este marco, la voz de León XIV resonó como una invitación clara: volver a Dios, cuidar la familia y proyectar desde ella la esperanza hacia el futuro de la sociedad.
