Enfoque bíblico de visitar a los hermanos de la iglesia

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La visita entre hermanos de la congregación.
La visitación pastoral y la visitación entre miembros de la iglesia tienen en común el enfoque bíblico de estimularnos al amor y a las buenas obras.

A principios del cristianismo, los apóstoles enseñaron el evangelio visitando de casa en casa a los miembros de las iglesias (Y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas”, dijo Pablo en su despedida de Mileto en Hechos 20,20). 

Existía un trato personal de los pastores hacia las congregaciones, de tal manera que no existían miembros desconocidos en la iglesia. Recobrando este enfoque, los reformadores y los puritanos también se enfocaron a la visitación personal de los miembros de sus iglesias. 

Les enseñaban la doctrina básica de la fe bíblica y los animaban a la obediencia de la verdad. El célebre pastor puritano Richard Baxter (1615 – 1691) es reconocido por escribir el influyente libro “El Pastor Reformado” con el propósito de animar a todos los pastores a desarrollar la practica de visitaciones y discipulados personales.

En nuestra época las visitaciones parecen haber perdido su enfoque bíblico, lo cual es una lastima porque las visitaciones correctamente practicadas son un instrumento de crecimiento espiritual muy eficiente. Muchos pastores han abandonado esta práctica y otros tantos sólo han perdido el enfoque bíblico y ha hecho de las visitaciones un mero encuentro social.

¿Qué es la visitación bíblica?

La visitación bíblica no es un tiempo social, recreativo o un convivio, aunque sí puede incluirlo. Más bien la visitación debe tener como eje central el ministerio de la Palabra de Dios. La visitación bíblica tampoco tiene el propósito de ser un tiempo de intensa consejería bíblica, aunque una situación de crisis puede ser descubierta en visitaciones, y en tal caso se recomendaría a la persona visitada tomar consejería bíblica con los pastores o consejeros de la iglesia. ¿Qué es entonces la visitación bíblica?

La visitación bíblica es un encuentro ya sea entre el pastor y los miembros de la congregación o entre miembros de la misma iglesia, con el claro propósito de impulsar santificación mutua mediante la Palabra de Dios, la oración y el amor santo

Aunque son diferentes unas de otras, la visitación pastoral y la visitación entre miembros tienen en común el enfoque bíblico de estimularnos al amor y a las buenas obras.

¿Cuál es la diferencia entre la visitación pastoral y la visitación entre miembros?

Los dos tipos de visitaciones tienen casi todo en común con excepción de elementos pastorales de: autoridad, enseñanza oficial y responsabilidad ante Dios.

Estos elementos están expresados en Hebreos 13, 17: Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta. La primera parte concierne a la autoridad y enseñanza oficial de los pastores (Obedezcan a sus pastores, y sujétense a ellos). La segunda parte del mandamiento concierne a su responsabilidad ante Dios (Ellos velan por sus almas, como quienes han de dar cuenta).

Sin embargo, aunque las visitaciones pastorales son distintas a las visitaciones entre miembros, todos los miembros deberían ser animados a servir de esta manera. La Biblia menciona que Cristo constituyó pastores y maestros, a fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el cuerpo de Cristo. De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios (Efesios, 4, 11-13).

Si la visita es a persinas que no son creyentes, el enfoque de la visitación seria de evangelismo. Y si la persona es a un creyente que aun no es miembro de la iglesia, el enfoque de la visitación seria animarle a unirse a la iglesia, sabiendo que ser un miembro fiel de la iglesia es el diseño de Dios para la vida cristiana.

Si en la visita nos encontramos que hay miembros de la congregación que tienen quejas de la iglesia o del pastor, ahí tenemos la oportunidad de ejercer la reconciliación ante el conflicto. Todas las familias tienen conflictos temporales, pero los cristianos no podemos vivir con conflictos sin resolver. El perdón, la reconciliación y el entendimiento entre hermanos en Cristo es necesario y un mandato bíblico.

Pídele permiso a esta persona para llevar este caso ante el pastor con el propósito de encontrar soluciones a los problemas o malentendidos y crecer en obediencia, unidad y amor en la iglesia. Recuerda ser un pacificador, un mediador en busca de resolución bíblica de conflictos (Mateo, 18, 10-22).

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