Los padres deben enseñar valores a sus hijos y cómo comportarse de forma aceptable y respetuosa ante todos. Cuando los hijos son amables y respetuosos siempre son aceptados en todos lados. Los hijos con valores aprenden pronto a discernir qué les puede hacer daño e incluso disciernen de posibles amistades dañinas.
Es muy importante cultivar la comunicación sincera con los hijos, de tal manera que puedan comunicar a sus padres en forma inmediata cuando enfrentan situaciones de peligro, acoso o bullying, para que puedan intervenir oportunamente. Hay muchos niños que ocultan sus sufrimientos a sus padres por temor a ser revictimizados, incomprendidos o no escuchados.
También es responsabilidad de los padres instruir a sus hijos en la verdad del evangelio, enseñarles lo que significa amar y seguir a Jesús. Una buena base espiritual les ayudará a enfrentar los retos que la vida les presente.
Todo lo que los niños aprenden durante su niñez los moldeará para el resto de su vida. Seamos padres responsables que aman e instruyen a sus hijos en el camino del Señor.