En la vida cristiana, la liturgia no es sólo un conjunto de rituales o ceremonias; es una experiencia viva y profunda que nos conecta directamente con Dios. Según el documento La liturgia, fuente inagotable de la catequesis de Aurelio García Macías (*), la liturgia desempeña un papel esencial en la formación de nuestra fe.
¿Qué es la liturgia?
La liturgia es la forma en que los cristianos celebramos nuestra fe a través de oraciones, cantos, lecturas y símbolos. Es el espacio donde experimentamos el amor de Dios y recordamos la vida, muerte y resurrección de Jesús. Es un acto comunitario en el que no sólo observamos, sino que participamos activamente.
La liturgia como escuela de fe
Participar en la liturgia nos enseña sobre nuestra fe de una manera vivencial. Al escuchar la Palabra de Dios y participar en los sacramentos, aprendemos no sólo con la mente, sino también con el corazón. Es una catequesis en acción, donde cada gesto, cada oración y cada símbolo tiene un significado profundo que nos ayuda a comprender y vivir nuestra fe con mayor plenitud.
La importancia de la Palabra de Dios
En cada celebración litúrgica, la lectura de la Biblia ocupa un lugar central. Al escuchar las Escrituras, no sólo recordamos las enseñanzas de Jesús, sino que también nos dejamos transformar por ellas. La liturgia nos permite escuchar a Dios hablándonos directamente, guiándonos en nuestra vida diaria y alimentando nuestra esperanza.
Vivir lo que celebramos
La liturgia no termina al salir de la iglesia. Lo que celebramos debe reflejarse en nuestra vida cotidiana: en cómo tratamos a los demás, en cómo tomamos decisiones, en cómo servimos y amamos. La liturgia nos transforma por dentro para que seamos mejores esposos, padres, amigos, trabajadores y ciudadanos.
La liturgia nos recuerda que no estamos solos: somos parte de un pueblo, de una familia de fe que camina unida. Allí aprendemos a agradecer, a pedir perdón, a confiar, a compartir. Cada misa, cada sacramento, cada oración comunitaria es una oportunidad para volver a empezar, para recibir fuerza, luz y consuelo.
En la liturgia Dios se hace presente
La liturgia no es algo reservado para los especialistas ni un acto vacío de sentido. Es una fuente viva y constante de formación cristiana. En ella, Dios se hace presente, nos habla y nos alimenta. Acercarnos a la liturgia con sencillez y apertura puede ser el inicio de un camino profundo de conversión y crecimiento espiritual.
Por eso, más que asistir a la liturgia, estamos llamados a vivirla. Porque allí, en medio de cantos y oraciones, Dios sigue hablándonos hoy… y quiere enseñarnos a vivir con sentido, con alegría y con amor.
_______________________
(*) Aurelio García Macías (Valladolid, 28 de marzo de 1965) es un académico y obispo español. Desde 2021, trabaja como subsecretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
