Un ministerio de adultos mayores consiste en crear grupos de personas mayores de sesenta años con el fin de promover la amistad y desarrollar su espiritualidad.
Se busca dar respuesta a su problemática, elevar su autoestima y que hagan conciencia de su valor como personas con actitud positiva, utilizar su experiencia previa para su realización personal y trascender en su comunidad.
El propósito es mejorar la calidad de vida del adulto mayor mediante la educación para la salud integral (física, psicológica y social) con la participación organizada de sus miembros tanto en forma individual como grupal.
También se busca descubrir potencialidades como personas mayores para contribuir a la construcción del Reino, ser portadores de la Buena Nueva y a la vez sujetos de Evangelización.
Propósitos
Entre los propósitos de un Ministerio de atención a Adultos Mayores podemos destacar los siguientes:
– Dar respuesta a las necesidades espirituales, afectivas, de pertenencia, aceptación y trascendencia en el adulto mayor.
– Contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de los miembros.
– Propiciar el conocimiento de sí mismo, elevar la autoestima, propiciar la amistad e incentivar el apostolado.
– Ante la pérdida del trabajo, de amigos, familiares, los grupos de adultos mayores; actúan como nuevas familias contrarrestando la soledad que esto conlleva.
Retos
Entre los retos o dificultades que pueden encontrar los líderes de un ministerio enfocado a los adultos mayores se encuentran los siguientes:
– Falta de información y difusión sobre las necesidades de los mayores para conocer su problemática concreta en la iglesia, en la familia y en la sociedad.
– La etapa en la que los adultos mayores no se reconocen como tales, es decir, no aceptan que han entrado en una nueva etapa en su vida por lo que encuentran dificultades para adaptarse tanto a la iglesia, como a la familia y la sociedad.
- Falta de estímulos al adulto mayor en las esferas sociales, laborales y económicas, lo que se traduce en su apatía por trascender.
- No aceptación del adulto mayor del deterioro orgánico normal de acuerdo a su edad.
- Padecimientos físicos y mentales que limitan a los mayores en su necesidad de trascendencia.
- Falta de recursos económicos para trasladarse o para participar con materiales en el ministerio.
- La pérdida de valores en la sociedad, consumista y materialista que relega al adulto mayor carente de respaldo económico suficiente.
Soluciones
Algunas recomendaciones para superar los retos que seguramente se enfrentarán en la creación de un Ministerio de Adultos Mayores son las siguientes:
1. Es conveniente que quien tenga la iniciativa de crear o dirigir un ministerio de adultos mayores elabore un documento dirigido a la iglesia con el fin de que conozcan lo que es el Ministerio de Adultos Mayores y sus ventajas para la congregación.
2. Elaborar un tríptico informativo.
3. Formar un comité que impulse la creación y los primeros pasos del Ministerio de los Adultos Mayores.
4. Elaborar el manual del coordinador o líder del nuevo ministerio.
5. Investigar y recabar material institucional (Instituto Nacional de Atención a Personas Adultos Mayores, Instituto Mexicano del Seguro Social, etc.) en relación al adulto mayor como unidad biopsicosocial.
6. Solicitar a los diferentes especialistas de la comunidad su apoyo para dar pláticas que den respuesta a las necesidades específicas del adulto mayor.
7. Concertar reuniones con los ministerios enfocados a los adultos mayores en otras congregaciones para conocer sus experiencias, sus retos y la manera como han alcanzado sus objetivos y superado sus adversidades.
Políticas
Algunas políticas recomendables, consideradas como lineamientos generales de acción, en el momento de crear un ministerio enfocado a los adultos mayores son:
– Se convoca a ser miembro del ministerio de Mayores, a los adulto, sin importar sexo ni condición social o económica, que sean mayores de 60 años.
– La actividad de este ministerio se desarrollará dentro de las instalaciones de la congregación, preferentemente en un salón con jardín exclusivo para ellos. De esa manera se promoverá al adulto mayor en forma integral, en su autoestima y trascendencia en su calidad de hijos de Dios.
– Cada miembro será acogido con afecto por el grupo.
– Cada miembro del grupo tendrá como propósito apoyar a sus compañeros, interesándose en sus problemas y actuará como elemento integrador recordando las palabras de Jesús: “El hijo del hombre no vino a ser servido sino a servir ” ( Mateo 20: 28).
– La actitud de los miembros debe ser participativa para compartir vida y hacer realidad los principios del Ministerio de Mayores.
El ministerio de adultos mayores deberá percibirse como un ministerio consentido, abrigado y protegido por la congregación, de esa manera los mayores de la iglesia sentirán con dignidad y respeto ser miembros activos de la congregación.