Hoy, Lunes 12 de mayo de 2025, la Iglesia recuerda con cariño y gratitud a San Pancracio, un muchacho que, a pesar de su corta edad, dio un testimonio grande de fe. Es el patrono de los jóvenes que buscan empleo, y también de quienes enfrentan situaciones difíciles, especialmente por la pobreza.
Un corazón joven que conoció a Cristo
San Pancracio nació en Frigia (actual Turquía) en el año 289. Era de familia noble, pero su vida cambió desde pequeño: perdió a su papá cuando tenía solo siete años. Fue entonces que su tío, Dionisio, lo llevó a vivir a Roma. Allí, un sirviente cristiano les habló de Jesús. La semilla cayó en tierra buena. Ambos, tío y sobrino, se conmovieron tanto con el Evangelio que pidieron el bautismo.
Desde entonces, vivieron su fe con generosidad: iban a misa, compartían los sacramentos y ayudaban a los pobres. Incluso vendieron parte de sus bienes para socorrer a quienes más sufrían.
Un adolescente mártir
Pero en aquellos tiempos, ser cristiano era arriesgado. El emperador Diocleciano había ordenado una dura persecución. Al enterarse de la fe de Pancracio, lo denunciaron por ayudar a los necesitados y no adorar a los dioses romanos.
El emperador intentó convencerlo para que abandonara a Jesús. Pancracio no cedió. Con apenas 14 años, fue condenado a muerte. En el camino hacia el martirio, en la Vía Aurelia, Pancracio levantó la mirada al cielo y dio gracias a Dios. Luego inclinó la cabeza… y entregó su vida.
Un testimonio que llegó lejos
Mucho tiempo después, el Papa Vitaliano envió reliquias de San Pancracio a Inglaterra. Quería que ese joven mártir fuera conocido también en tierras lejanas, para animar a los nuevos cristianos. San Agustín de Canterbury incluso le dedicó el primer templo cristiano en aquel país.
Hoy sigue intercediendo por los que luchan
San Pancracio es representado como un jovencito con túnica o traje de soldado, llevando símbolos de mártir. Es especial protector de quienes buscan empleo, de los que sufren por falta de recursos y de quienes enfrentan injusticias.
En este día, pidámosle a San Pancracio que interceda por todos los jóvenes que necesitan trabajo, y por los que luchan por salir adelante. Que su ejemplo nos recuerde que no importa la edad: con fe, todo se puede.